También es bombero y contó cómo es formar parte de una de las instituciones más valoradas del país.

¿Desde cuándo eres bombero?

Ingresé el 15 de junio del año 2006 al Cuerpo de Bomberos de María Elena. Ahí estuve hasta 2017. Luego -en 2021-, por temas laborales y un cambio de ciudad, me uní al Cuerpo de Bomberos de Antofagasta, a mi querida Octava Compañía Maximiliano Poblete.

¿Cómo nace en ti esta vocación?

En el año 2005, cuando tuve un accidente en bus donde lamentablemente fallecieron 3 personas. En ese momento no sabía cómo reaccionar ni cómo ayudar, entonces decidí ser bombero. Ahí me di cuenta de que tenía esa vocación de servicio, de salvar vidas sin pedir nada a cambio.

¿Qué es lo que más te llena de esta forma de vida?

Es mi vocación. Me gusta poder ayudar a las personas en todo momento. Me siento una persona muy satisfecha cuando controlamos un incendio, cuando salvamos vidas en los rescates vehiculares. Eso me llena de amor al prójimo.

¿Qué le dirías a los trabajadores y trabajadoras de Antucoya que se quieran unir a los bomberos?

A todos mis compañeros y amigos les hago siempre la invitación para pertenecer a las filas de bomberos. Sin embargo, creo que hay que tener mucha vocación, ya que a veces dejamos a nuestras familias de lado cuando sale una emergencia. Realizamos guardias de 12 horas en el cuartel, lo que igual puede ser complicado para algunos.

De mis 7 días de descanso, dos días se los entrego a bomberos, ya que tengo que realizar 6 guardias mensuales para cumplir con mis servicios. Pero es algo que me llena de satisfacciones, es mi pasión.