Gracias a una iniciativa de la Mesa ‘90 KT Cu’ de Antucoya 2.0, se logró una mayor eficiencia en el proceso de lixiviación.

“En la última etapa de la lixiviación regamos con una solución llamada refino pobre, que proviene de la Planta de Extracción por Solventes o SX (proceso de concentración y purificación de soluciones). El refino pobre debe tener la menor cantidad de cobre posible. Como el área de Ripios estaba retirando una solución que aún contenía cobre, nos desafiamos a ser más eficientes en esta etapa del proceso”, aclaró Stefany Cortés, jefa de turno Área Húmeda y encargada de la Planta SX.

Para lograr este objetivo sin incurrir en grandes gastos, se distribuyó de manera óptima el agua de mar del proceso hacia las piscinas y los descartes de electrolitos provenientes de las plantas SX-EW. Así, se logró que el refino pobre disminuyera su concentración de cobre en casi un 50%. “Con esta mejora en el proceso pudimos asegurar un aporte adicional de cerca de 50 toneladas mensuales de cobre fino”, afirmó Gustavo Cuello, ingeniero senior de Área Húmeda.

Control operacional con vuelos dron

Otra de las iniciativas que ha contribuido a mejorar la recuperación de cobre en el proceso de lixiviación es la utilización de un dron en el sector de riego de pilas.

El trabajo se desarrolla con un equipo multidisciplinario compuesto por un operador Sala de Control, operador de terreno, ingeniero geotécnico, ingeniero de Control de Procesos y el supervisor NTC, quienes hacen una comparación entre las capturas obtenidas por el dron y la información del mapa de calor de las pilas que entrega la herramienta digital ‘Mineral Tracker’. De esta manera, pueden determinar dónde es necesario aumentar o disminuir el riego para mejorar la recuperación de cobre.

“Esto ha ayudado a visualizar in situ las variables de afectación y con ello controlar de mejor manera el proceso, priorizando actividades en las pilas y aportando en la toma de decisiones”, explicó Gustavo Cuello.

Los vuelos con dron sobre las pilas de lixiviación se implementaron en septiembre, en paralelo a las modificaciones que se realizaron en la Planta SX, contribuyendo así al objetivo final de la Mesa ‘90 KT Cu’ de ANT 2.0: lograr que la nave de electroobtención alcance el máximo potencial de depósito, es decir, 90 mil toneladas de cobre fino anual.