El trabajador es fanático de los animales exóticos. En sus terrarios hay pitones, una boa y un geco.

¿Cuándo comenzaste a conocer el mundo de los reptiles?
Desde siempre me han gustado los animales exóticos, fuera de lo común y hace unos seis años comencé más seriamente en este mundo. Primero con una pitón, ahí fui aprendiendo sobre serpientes; después adquirí una boa, luego otra pitón, un geco, etc.
Este mundo de los animales exóticos, ¿te ha generado aprendizajes?
Sí, de todas maneras. Y es que, de partida, el cuidado de ese tipo de especies es distinto a un animal tradicional, por ejemplo, un perro. Las boas, pitones, etc., tienen su terrario y alimentación específicas. Además, que están cada una en su espacio y cada cierto tiempo un veterinario especialista las chequea.
El mundo reptil es muy interesante, porque como son de sangre fría, el terrario tiene placas térmicas, donde por un lado es frío y el otro caliente, para que el animal se vaya moviendo cuando lo necesite.
¿Cómo has ido aprendiendo sobre los reptiles?
Como me gustan los animales exóticos, fui aprendiendo de a poco sobre este tema, además, que hay muchísimo material en internet y en Youtube para conocer sobre reptiles y los cuidados que necesitan para que vivan de la mejor manera.
¿Qué mensaje le darías a los trabajadores y trabajadoras que podrían estar considerando tener animales exóticos? Investigar y atreverse. Es un mundo muy bonito el de los reptiles y, a veces, uno por miedo no hace determinadas cosas que quiere, pero hay que atreverse. Primero, evaluar, y si se tienen las condiciones para que los animales vivan bien, luego llevar a cabo la idea. Además, que es un hobby muy lindo que sirve para aprender sobre el reino animal y ya hay información y videos de todo esto en internet, así que no es complejo, hay que tener ganas nomás.




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