Ricardo Letelier, jefe de turno mantenimiento (i), reconoce en la Compañía un espacio de oportunidades, apoyo constante y trabajo en equipo.

En el Área Seca de Minera Antucoya, Ricardo Letelier ha forjado una carrera marcada por el compromiso y la superación. Como mantenedor mecánico Planta, ha enfrentado desafíos que han impulsado su desarrollo y fortalecido sus competencias. A lo largo de 7 años, la colaboración, la comunicación y la seguridad se han consolidado como parte fundamental de su trabajo. Hoy, mira con orgullo los proyectos que ha liderado y las habilidades que ha adquirido, tanto en el plano profesional como en el personal.

¿Cómo fueron tus inicios en Minera Antucoya?


Llegué en 2016, primero como trabajador de una empresa contratista donde ya tenía experiencia como supervisor. Mi desempeño fue bueno y la jefatura de Antucoya decidió darme la oportunidad de integrarme al equipo. Empecé en Área Seca, trabajando en mantenimiento de equipos como chancadores, aglomerado y apilamiento. Poco a poco me fueron dando más responsabilidades, hasta que en 2018 fui seleccionado como uno de los encargados de fábrica, rotando por las distintas áreas para liderar el mantenimiento de toda la planta. Desde ahí he ido escalando, asumiendo nuevos desafíos y mostrando resultados que han sido valorados por la Compañía.

¿Qué es lo que más te gusta de trabajar en Antucoya?

Lo que más valoro es el compromiso que hay en el equipo, tanto con la seguridad como con la producción. Aquí sabemos que nuestro trabajo es fundamental para el éxito de toda la operación y eso exige dedicación total. Además, me gusta mucho el ambiente familiar que se vive, porque acá somos personas primero que trabajadores. También aprecio el apoyo que he recibido para seguir creciendo, tanto profesional como personalmente. Esa confianza que me han dado para liderar y participar en proyectos ha sido clave para mi desarrollo.

¿Y cómo ha sido ese crecimiento profesional desde que llegaste a la compañía?

Ha sido constante, gracias a la oportunidad que me dio la organización para estudiar. Desde 2021 estoy cursando Ingeniería Industrial. Conciliar el trabajo, la vida personal y el estudio no ha sido fácil, pero el apoyo de mis jefes y compañeros ha sido fundamental para lograrlo. Actualmente, me desempeño como jefe de turno mecánico interino, liderando al equipo y asumiendo responsabilidades que antes no tenía. Además, he participado en proyectos clave, como la mantención del carro móvil de la Correa Nº7, donde aprendí mucho y logré controlar fallas importantes.

¿Cómo lo haces para conciliar tu vida laboral y familiar?

Para mí la familia es lo primero. Vengo a trabajar para dar un buen futuro a mi señora y mis hijas, por eso acepto los desafíos del turno y la distancia. A veces es complicado perderse cumpleaños o Navidad, pero sé que es parte del sacrificio para que ellos tengan estabilidad. Mi hija mayor tiene un problema psicomotor y la empresa me ha apoyado mucho, dándome facilidades para atender sus tratamientos y para teletrabajar cuando lo he necesitado. Eso habla muy bien del lado humano de Antucoya. 

¿Qué significa para ti ser parte del octavo aniversario de Minera Antucoya?

Antucoya es como una segunda familia. Paso casi la mitad del año aquí y he creado lazos muy fuertes con mis compañeros, muchos de los cuales son amigos. También valoro mucho las iniciativas de voluntariado y el compromiso social que tiene la Compañía. Asimismo, recibir el premio Marubeni en 2024 fue un gran honor para mí, ya que representó el reconocimiento al esfuerzo y dedicación que entrego día a día en mi trabajo.

Para ir terminando, Ricardo, ¿qué significa Minera Antucoya para ti?

Antucoya me ha dado muchas oportunidades para crecer, no sólo en lo profesional sino también en lo personal y humano. Valoro mucho el ambiente de colaboración, la confianza de mi jefatura y el apoyo que existe entre todos. Para mí, ser parte de Antucoya es formar parte de una gran familia que va más allá de la producción de cobre, que se preocupa por el bienestar de todos y que me ha permitido construir un futuro sólido para mí y mi familia. Más allá de ser un lugar de trabajo, es un espacio donde compartimos, nos apoyamos y crecemos juntos.