Inicia proceso de medición del Índice de Cultura de Excelencia

La herramienta evalúa comportamientos vinculados a la madurez del Sistema de Gestión de Excelencia (SGE) y al Sello de Liderazgo.

Minera Antucoya realizó la primera medición del Índice de Cultura de Excelencia (ICE). Este instrumento, que forma parte de la implementación del SGE y la Ruta de Cultura impulsada por Antofagasta Minerals, es una evaluación que tiene como objetivo medir el nivel de adopción de prácticas y comportamientos que fortalecen una operación más segura, eficiente y sostenible.

Alejandro Muñoz, supervisor de Neumáticos, participó en las entrevistas realizadas y destacó tanto el aprendizaje como la participación de su equipo en el proceso. “Hemos visto un alto nivel de compromiso e integración con las herramientas del SGE. Aunque aún tenemos oportunidades de mejora en la bajada de información, se reflejan avances concretos tanto en los foros como en la aplicación en terreno”, señaló.

Esta iniciativa, desarrollada por Excelencia Operacional junto a las gerencias de Personas y Organización y de Seguridad y Salud Ocupacional, enfocó la medición en las áreas que conforman la Ola 2 del SGE: Carguío y Transporte, Mantenimiento Mina y Planificación de Corto Plazo. Durante el proceso, realizaron entrevistas, observaciones en terreno y participaron activamente en foros de desempeño. Uno de los hitos fue la Confirmación de Procesos en Operaciones y Mantenimiento, donde evaluaron tareas como la descarga en botaderos y trabajos realizados en el truckshop. 

Ramiro Blanch, gerente de Excelencia Operacional de Antofagasta Minerals, valoró el impacto de esta herramienta. “Contar con el ICE nos permite gestionar la cultura de forma objetiva, visibilizando qué conductas están arraigadas y cuáles requieren ser fortalecidas, para orientar mejor los esfuerzos de liderazgo y gestión del cambio”.

Enfoque colaborativo

Los equipos de Excelencia Operacional de cada compañía son los responsables de aplicar esta medición, realizando evaluaciones cruzadas junto a representantes de Desarrollo Organizacional y Seguridad y Salud Ocupacional. Esta metodología colaborativa permite obtener una visión más integral y objetiva.

Para Marcela Riquelme, ingeniera Senior de Gestión e Innovación, “lo valioso de este enfoque es que integra distintas miradas y construye un lenguaje común. Cuando las áreas se alinean, se transmite un mensaje coherente: la excelencia, el liderazgo en terreno y el cuidado por las personas son parte de un mismo cambio cultural”.

El ICE considera 12 dimensiones conductuales, evaluadas en una escala del 0 al 4. Entre ellas se incluyen el alineamiento entre las tareas diarias y la aspiración organizacional, el enfoque en procesos y desarrollo de competencias, además de la identificación constante de oportunidades de mejora.

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