Patricio González, coordinador del Sistema de Gestión de la Norma Chilena 3262, cuenta cómo su experiencia en la Compañía le permitió fortalecer su carrera y reconectar con sus más cercanos.

Con casi cinco años en la operación, Patricio González comenzó su trayectoria en Antucoya en el área de Gestión de Servicios de Terceros en la Gerencia de Administración y Finanzas. Hoy, vive un nuevo desafío profesional: una pasantía en la Gerencia de Personas y Organización que lo sacó de su zona de confort, donde lidera la implementación de la Norma Chilena 3262 sobre igualdad de género y conciliación de la vida laboral, familiar y personal.

Aunque ahora se encuentra con un cargo temporal, su paso por distintos equipos y líderes marcó una diferencia. Ese acompañamiento, dice, fue clave para orientarlo, abrirle puertas y proyectarlo hacia nuevos desafíos. La modalidad híbrida le permitió estar más presente en la vida de sus hijos y compartir responsabilidades con su esposa. Para él, esa cultura de liderazgo cercano y de oportunidades es una de las mayores fortalezas de la Compañía.

¿Cuál fue tu primer acercamiento a Antucoya y qué impresión te dejó?


– Llegué por un reemplazo con plazo fijo, sin grandes expectativas. Pero apenas entré me encontré con una compañía que realmente cuida a las personas. Siento que Antucoya es muy cercana, muy preocupada por el desarrollo integral de sus trabajadores y trabajadoras.

¿Cómo ha sido tu desarrollo profesional desde entonces?

– En cinco años he tenido cinco líderes, todos con su sello. De cada uno he podido aprender algo distinto y desarrollar nuevas habilidades. Eso ha sido impagable. Siempre sentí que me fueron guiando, que confiaban en mí y en mi compromiso con el trabajo. Gracias a eso he podido fortalecer competencias que ni siquiera sabía que tenía.

Y en lo personal, ¿qué impacto ha tenido Antucoya en tu vida familiar?


– Antes estaba muy lejos de mi casa. Hoy tengo una relación familiar que no tenía antes. Ahora sé cómo les fue en el colegio, puedo hacer planes personales un jueves en la tarde. Eso no lo podía hacer antes.

Actualmente lideras la implementación de la Norma Chilena 3262. ¿Qué ha significado este desafío para ti?


– Al principio lo vi como un sistema que debía implementar. Pero con el tiempo entendí que se trata de un cambio cultural profundo. Hablamos de corresponsabilidad, de igualdad, de relaciones y espacios respetuosos y eso impacta en lo laboral, pero fuertemente en lo humano.

Y finalmente, ¿qué es Minera Antucoya para ti?

Es una ecuación equilibrada entre mi vida laboral y mi vida familiar. Además, soy testigo real de que en Antucoya las personas son el centro de las decisiones. Hay beneficios que impactan positivamente y, en general, un liderazgo que prioriza el bienestar humano y la seguridad. Espero que la Compañía siga siendo un modelo de respeto, de desarrollo personal y que nunca pierda ese sello humano que la hace distinta.