El ingeniero senior y gestor energético de Minera Antucoya, compartió las proyecciones y los focos estratégicos del Sistema de Gestión de Energía 2025.

A través de iniciativas clave, como el bypass del chancado terciario y estudios estratégicos, el área de Gestión Energética avanza en términos de ahorro, sostenibilidad y generación de valor para la operación. Así lo destacó Patricio Valenzuela, quien resaltó la mantención de la certificación ISO 50001 como uno de los hitos 2024 y abordó los principales desafíos para este año, entre ellos, alcanzar una meta de ahorro de 8,5 GWh, mantener nuevamente la certificación y avanzar en los estudios para el recambio de motores CAEX.

¿Qué avances destacas en la implementación del Sistema de Gestión de Energía durante el último año y cuáles son los desafíos para 2025?

El principal avance del último año fue mantener con éxito nuestra certificación ISO 50001, un hito relevante que se revisa cada año y que logramos sin mayores inconvenientes. Además, consolidamos una cultura de eficiencia energética dentro de la Compañía, con un enfoque cada vez más integrado en las áreas operativas. Para 2025, el desafío es concretar las iniciativas que comenzamos a estudiar, optimizando el desempeño energético e implementando soluciones que nos permitan alcanzar nuestras metas de ahorro.

¿Cuál es el foco principal del área para lo que queda de 2025?

Este año nos enfocaremos en tres pilares fundamentales: primero, fortalecer la estructura del sistema manteniendo la certificación ISO 50001; segundo, alcanzar nuestra meta de ahorro energético de 8,5 GWh, y tercero, avanzar en el análisis del recambio de motores en CAEX y la evaluación de los motores de la Planta para determinar si su reemplazo por equipos más eficientes resulta viable desde el punto de vista económico. 

¿Qué iniciativas están impulsando durante 2025?

Este año nuestra prioridad es alcanzar una meta de ahorro energético, impulsando proyectos concretos como el bypass del chancador terciario, que lleva tres meses en operación y cuyos ahorros ya estamos cuantificando. 

Además, desarrollamos un estudio para evaluar el recambio de motores en CAEX, con el objetivo de determinar si la instalación de equipos más eficientes es rentable, tanto desde el punto de vista energético como económico. Paralelamente, analizamos los motores actuales de la Planta para definir si su reemplazo por versiones más eficientes generaría ahorros sostenibles a largo plazo. 

¿Cuál ha sido el impacto de operar sin el chancador terciario en términos de eficiencia energética?

Esta iniciativa, que comenzó como un piloto multiárea por una necesidad operativa, se consolida como un proyecto ancla por sus resultados positivos, especialmente en términos energéticos y económicos. 

Durante tres meses del año pasado operamos sin el chancado terciario y los resultados demostraron que es posible mantener, e incluso superar, los niveles de producción utilizando menos energía. Este ahorro es fundamental para avanzar hacia nuestra meta anual de 8,5 GWh. De hecho, la eliminación de la operación de la etapa de chancado terciario permite un ahorro mensual estimado de 1.200 MWh, lo que representa un aporte significativo a nuestros objetivos de sostenibilidad.

Desde tu rol, ¿qué oportunidades ves para seguir fortaleciendo la cultura de eficiencia energética en Minera Antucoya este año y a futuro?

Uno de los principales desafíos es llegar de forma más directa a todas las áreas operativas, demostrando cómo la eficiencia energética genera valor real en sus procesos. La idea no es sólo hablar de metas numéricas, sino también acompañar a cada área, comprender sus dinámicas y proponer mejoras para operar de forma más eficiente, sin comprometer la producción ni la seguridad.

La eficiencia energética no va en contra de estos objetivos, por el contrario, los complementa. Nuestro rol es justamente ese: evidenciar que es posible mantener, o incluso aumentar la producción, optimizando el consumo energético y utilizando mejor nuestros recursos.