Claudia Briones, programadora de Mantenimiento Planta, valora la confianza y oportunidades que le han permitido aprender y desarrollarse.

La historia de Claudia Briones en Minera Antucoya comenzó en 2017, cuando ingresó a través de una empresa colaboradora como operadora de Bodega. Un año más tarde se integró directamente a la Compañía, donde poco a poco fue asumiendo nuevas responsabilidades. Pasó de la Bodega a la Planificación, primero en planta, luego en mina y, recientemente, volvió a desempeñarse como programadora de Mantenimiento Planta.

En este recorrido, Claudia ha aprendido a salir de su zona de confort, así como a liderar procesos y a enseñar a otros con la misma disposición con la que ella fue recibida. También ha retomado sus estudios, está a punto de convertirse en ingeniera industrial y ha impulsado espacios de integración, como el primer equipo femenino de fútbol en faena. Su testimonio refleja que el crecimiento profesional va de la mano del trabajo en equipo, el compromiso y la motivación personal.

¿Cómo fueron tus inicios en Minera Antucoya?

Ingresé en junio de 2017 a través de la empresa Reliper, como operadora de bodega. Un año después pasé a la Compañía y estuve en bodega hasta fines del 2020. Desde ahí comencé un nuevo desafío como programadora de mantenimiento en planta. Más tarde en mina y hoy nuevamente en planta. Ha sido un camino de mucho aprendizaje en el que siempre he sentido que Antucoya reconoce el esfuerzo y da la oportunidad de crecer.

Has pasado por distintas áreas, ¿qué es lo que más valoras de tu trabajo?

Lo que más valoro es el trabajo en equipo. En cada grupo al que he llegado he encontrado personas dispuestas a enseñar, compartir conocimientos y remar hacia un mismo objetivo. Yo también trato de aportar lo mismo: apoyar a quienes se integran y transmitir lo que aprendí. Además, valoro mucho el ambiente inclusivo. Desde que llegué nunca me he sentido desplazada por ser mujer, por ejemplo. Aquí todos somos parte de un mismo equipo.

¿Cómo ha sido tu crecimiento personal y profesional dentro de la Compañía?

Ha sido enorme. Pasar de bodega a planificación fue un gran cambio y un desafío importante. Al principio fue difícil, pero con apoyo logré adaptarme. Además, retomé mis estudios y estoy en el último año de Ingeniería Industrial, algo que siempre soñé y que he podido concretar gracias a los beneficios que entrega Antucoya. Al comienzo fue dificil organizarme, pero con el tiempo aprendí a equilibrar el trabajo con los estudios y hoy me siento muy orgullosa de lo que he logrado.

También lideras actividades fuera de tu rol laboral, por favor si nos puedes contar sobre eso.


Sí, junto a un grupo de compañeras formamos el primer equipo de fútbol femenino de Antucoya. Soy la capitana y para mí es un orgullo representarnos como mujeres dentro de la Compañía y en el Grupo Minero. Ya hemos participado en varios campeonatos con otras operaciones y hemos salido campeonas tres veces. El apoyo de la empresa y del sindicato ha sido clave para llevarlo adelante. Además, en mis tiempos libres también practico pádel, ping-pong y softball, un deporte que juego en Tocopilla con un equipo local.

¿Cómo logras equilibrar tu vida laboral con tu vida personal?


Trabajo en un sistema 7×7, lo que me permite organizar bien mis tiempos. En faena aprovecho al máximo mi jornada para cumplir con todas mis responsabilidades y en mis días de descanso me dedico a mis cosas: el deporte, mis estudios y, por supuesto, mi familia, que está en Tocopilla. Vivo sola con mis cinco perritos, que son mi compañía y organizo todo para poder estar tranquila con ellos también. Creo que el área de Planificación me ha ayudado mucho a ordenar mi vida, no sólo el trabajo.

Para finalizar, ¿qué significa Minera Antucoya para ti?


Para mí, Antucoya significa desarrollo y aprendizaje. Es un lugar donde he crecido profesionalmente, he aprendido el valor del trabajo en equipo y he descubierto que el esfuerzo y la perseverancia siempre traen oportunidades de desarrollo. También es un espacio que impulsa el talento femenino y nos abre puertas para seguir creciendo. Aquí no hay diferencias: somos todos trabajadores y eso me motiva a dar lo mejor de mí cada día.