Siete mujeres de comunidades locales deberán demostrar su crecimiento técnico y compromiso con la seguridad.


Con más de 550 horas de práctica junto a instructores, las siete aprendices del programa de operaciones Mina de Minera Antucoya ingresaron a su fase final: la operación de equipos CAEX sin apoyo directo. Se trata de un hito que evidencia su avance y compromiso con la seguridad y crecimiento como parte activa de los equipos de producción.
Así lo vive Kathy Castillo, quien ya enfrenta esta fase con seguridad y determinación. “Llegar a esta etapa me llena de confianza. Valoro mucho lo que he aprendido y me siento preparada para seguir creciendo en esta Compañía”,afirmó Kathy.
Durante casi un año de formación, ella y las aprendices han recorrido un proceso intenso que combina teoría, práctica, evaluaciones semanales y trabajo en terreno. Esta última fase, donde deben operar solas, marca el inicio de una nueva responsabilidad: ejecutar sus labores con autonomía, aplicando todos los conocimientos adquiridos.
Programa
Detrás de esta etapa hay un acompañamiento constante y un seguimiento detallado que asegura que cada aprendiz avance con confianza y competencias sólidas. La formación no sólo busca transmitir conocimientos técnicos, sino también cultivar habilidades personales, toma de decisiones y disciplina operacional.
Luis Cortés, instructor, refuerza esta mirada. “Es ahora cuando deben aplicar todo lo aprendido y sacar lo mejor de sí mismas. Este período exige madurez, criterio y confianza para enfrentar los desafíos operativos con seguridad y eficiencia”, comentó.
El programa comenzó con una etapa intensiva de formación teórica y práctica supervisada, donde las aprendices fueron acompañadas en cada paso por monitores e instructores. Semanalmente, se realizan evaluaciones técnicas y conductuales en alianza con Fundación Chile para asegurar el aprendizaje integral.
En ese sentido, Johanna Segovia, también aprendiz CAEX, valora el respaldo recibido durante todo el proceso. “He aprendido cosas técnicas y también me he desarrollado en lo personal. Mis compañeros y los instructores han estado siempre apoyándonos y enseñándonos todo lo que saben, ha sido una experiencia muy enriquecedora”, señaló.
Compromiso sostenible
Carmen Gloria Merino, supervisora de Prácticas Operacionales destaca el resultado de un programa diseñado para transformar realidades. “Buscamos formar personas sin experiencia, muchas de ellas de María Elena, para que puedan desempeñarse de manera segura y eficiente en la operación. Además de cerrar brechas de género, fortalecemos el talento local y la diversidad, lo que mejora la seguridad, el clima laboral y la producción”, concluyó.
Ahora, las operadoras afrontan el desafío de consolidar su autonomía y potenciar su integración en los equipos de Minera Antucoya, aportando con iniciativas que contribuyan a la mejora continua de la faena y refuercen el compromiso con la seguridad y la excelencia operacional.





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