La innovación del área Ripios reduce el gasto en la ruta donde se traslada el esparcidor.


Tradicionalmente, la construcción de las vías por donde se desplaza el esparcidor o ‘spreader’, requería excavaciones continuas de 2,1 metros de profundidad a lo largo de 2,5 kilómetros. Estos caminos, que se rellenan con material estéril para soportar las 700 toneladas de la máquina y evitar que se hunda en el ripio licuado, ahora se construyen de forma segmentada.
La innovación del área hizo posible la construcción de las rutas intercalando material estéril con ripios. Según David Bórquez, inspector técnico de Obras, este cambio ha permitido que las orugas del equipo se desplacen sin inconvenientes: “Se estaban acabando las zonas de vaciado y el material en el botadero se ha vuelto de lento escurrimiento. Es un proyecto exitoso que permitió que la ejecución de las obras para el shifting se llevarn a cabo en cuatro meses y no en seis”, resaltó.
Optimización de recursos
La implementación de esta metodología generó significativos ahorros en el proceso de excavación, con una reducción del tiempo de trabajo y de los recursos a la mitad. “Originalmente usábamos un millón de toneladas de material estéril, pero hemos reducido su consumo en un 40% a 50%”, comentó Gino Troncoso, ingeniero Construcción Obras de Ripios.
Con esta innovación, Minera Antucoya no sólo ha optimizado la eficiencia en la construcción de carreteras, sino que ha logrado una mejora en el uso de insumos al mejorar la eficiencia y costos operativos.



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