El proyecto piloto es parte de las iniciativas de la Mesa 90Kt de Antucoya 2.0 y propone una red de aspersores y goteros en las pilas de lixiviación.

Aspersores y goteros forman parte de la nueva malla de riego mixta que instalaron en las pilas de lixiviación para aumentar la recuperación de cobre. El proyecto se encuentra en etapa piloto y forma parte de la Mesa 90Kt de Antucoya 2.0.

“Se propuso una nueva estructura de malla que consideraba el riego en paralelo de aspersores y goteros, a diferencia de la anterior que incluía un riego diferenciado: 40 días con gotero y 25 días con aspersor”, comentó Javiera Alfaro, metalurgista Largo Plazo.

“Probamos tener solo riego con aspersor, pero era muy agresivo en la zona de los taludes. Por un tema geotécnico, por eso los costados de la pila los seguimos regando con gotero”, explicó Gustavo Cuello, ingeniero senior Área Húmeda.

Así, las mallas de riego pasaron de tener tres paños idénticos -de cien metros cada uno, formados por aspersores y goteros-, a tener cinco paños diferentes: dos de 20 metros, que se ubican en los extremos de la pila y están formados por dos goteros de 80 metros y uno de cien metros, constituidos por aspersores.

Implementación                                                                                                                                   

La construcción de esta nueva malla estuvo a cargo de la empresa colaboradora NTC y consideró protocolos de prueba y de cálculos hidráulicos, mientras que su implementación se desarrolla de manera paulatina y sin afectar la tasa de riego habitual. “De los 84 módulos que forman parte del proceso de lixiviación, un 50% se encuentra con una malla de riego mixta”, especificó Gustavo Cuello.

El ingeniero, además, explicó que la construcción de estas mallas (original o mixta) se define en base a los datos que arroja la herramienta digital Mineral Tracker, que entrega un mapeo de cómo se distribuye el sulfato en las pilas. Asimismo, agregó que, en la reunión de lixiviación, donde participan el Área Húmeda, Geotecnia y el área de Control de Procesos, los equipos definen qué malla se utilizará y en qué módulo para tener la mayor recuperación de cobre posible.

Hasta el momento el proyecto piloto ha permitido una recuperación metalúrgica de un +0,13% CuT mensual, por lo que continuarán monitoreándolo para evaluar sus beneficios a largo plazo.