El trabajador lleva dos años en la Compañía y en su tiempo libre se dedica al canto lírico y a tocar piano.

¿De dónde nace tu interés por la música?

Mi madre era profesora de música y desde niño siempre nos inculcó el gusto por esta disciplina. Desde chicos siempre íbamos a eventos y presentaciones, por lo que crecimos con esa cultura. Cuando estudiaba en la universidad, me iba a la Escuela de Música en la Universidad Católica de Valparaíso, ahí empecé a estudiar canto y a participar en el coro.

El tema del piano también nace desde chico, me gusta y creo que uno siempre debe conectarse con la música.

¿Cómo fue tu carrera musical?

Son buenas etapas, buenos recuerdos. Me tocó viajar harto por la música, con el coro realizamos hartas presentaciones en la Región de Valparaíso. Una vez hicimos una del Oratorio del Mesías en la Quinta Vergara. Me tocó interpretar la pieza «The Trumpet Shall Sound», fue muy motivante.

La música es algo que nunca terminas de aprender, una obra la puedes haber cantado mil veces, pero dentro de esas mil veces siempre va a ser distinta. Por ende, la motivación está en repasar y volver a estudiar cualquier pieza por más sencilla que sea.

Yo hasta hoy sigo tocando piano, pero menos que antes. Lo hago en cualquier momento libre donde me vuelvo a conectar con la música, con ese momento mágico que es muy rico y reconfortante.

¿Cuál es tu música favorita o artista preferido?

Luciano Pavarotti. Él era una persona extraordinaria por las técnicas que utilizaba en el canto y el apoyo en el diafragma, era un capo y es uno de los que más me ha motivado. Hablando de tenores destaco a Plácido Domingo y José Carrera. También me gusta mucho el Réquiem de Mozart.

¿Qué habilidades personales has adquirido por medio de la música?

Me ha servido para tener más desplante y manejar de mejor forma los nervios, ya que en muchas ocasiones hay que enfrentar al público e, incluso, hacer un preámbulo y explicar la pieza musical.

¿Qué le dirías a alguien que quiera iniciarse en esta área?

Que no paren, que vivan esa oscilación y frecuencia que entrega la música. Que jamás pierdan la motivación.